A la Comunidad Educativa de la Escuela Profesional “La Salle”
Paterna. Valencia._______________________________________________________
La Tortuga 10 de diciembre de 2015
Estimado H. Juan Antonio y miembros todos de la Escuela:
Hace apenas unos días, el pasado 25 de noviembre, lo recordábamos como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y con él, iniciábamos la campaña que justamente concluía hoy, día 10 de diciembre con el Día Internacional de los Derechos Humanos. Justamente en este marco la familia de Ana Aibar y vuestra Comunidad Educativa se ha visto duramente golpeada con su muerte a mano de su marido.
Desde la Isla de La Tortuga en Haití, me llega la triste noticia. Lloro de rabia contenida y me uno a vuestro dolor, a vuestros interrogantes, a vuestros sentimientos al tiempo que toda la Comunidad Lasaliana de La Tortuga, se unirá también en la oración durante estos días.
Ninguna acto de violencia, provenga de donde provenga, se ejerza en quien se ejerza puede justificarse en ninguna sociedad, cuando menos en nuestro entorno. Todo acto de ese calibre no únicamente merece condena sino que debe ser pedagógicamente utilizado para un mayor compromiso en nuestra tarea educativa, máxime cuando dos de sus hijas son alumnas nuestras. Bien nos lo recuerda el Secretario General de la ONU al afirmar. “Todos somos responsables de prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas comenzando por eliminar la cultura de discriminación que permite que esa violencia continúe”.
La cobardía de su marido se traduce más, si cabe, al quitarse la vida y no afrontar la realidad después del vil asesinato. Desconozco los pormenores ni lo necesito saber. Aquí no caben ni variables sociológicas, ni micromachismos, ni paternalismos protectores, ni condiciones socioeconómicas y/o culturales, ni mucho menos intentar racionalizar el hecho…sólo cabe nuestra dura condena y nuestro compromiso educativo en seguir luchando por conseguir que la mujer sea dignamente considerada en todos sus aspectos y desterrar de nosotros cualquier atisbo que vaya contra su dignidad.
San Juan Bta. De La Salle, nuestro Fundador, escribe en una de sus Cartas que “le aseguro que no tengo mayor satisfacción que cuando me dicen que los que están bajo mi Dirección andan animosos por los senderos de la justicia” (Carta nº 60,2) Y ese debe ser nuestro empeño y la primera de la injusticias es permitir a los fuertes aquello que de ninguna manera toleramos a los débiles. Y, en este caso, tengo claro quiénes son los, mejor dicho, las que sufren las consecuencias de la injusticia continuada, consecuencia de esa malentendida forma de “ser hombre”.
Soy consciente de la complejidad del problema, de la dificultad en educarnos y educar a nuestros alumnos desde los valores de respeto y el reconocimiento del otro como persona, de la mujer, del mismo niño… eso nos exige más compromiso, más trabajo, más coordinación a nivel de todos para contribuir a eliminar esa lacra social.
Amigas y amigos en la Salle, mi admiración por vuestro trabajo educativo y mi plegaria para que esta experiencia de consternación sirva de revulsivo para un compromiso mayor a favor de todos los Derechos Humanos y, en especial, los de la Mujer y el Niño.
Un abrazo en Juan de La Salle
H. Rafa Matas
Isla de La Tortuga (Haití)
No hay comentarios:
Publicar un comentario