El SILENCIO
Lleva tiempo circulando por la red. No le había prestado mucha atención hasta que ayer mi amiga Antonia del Olmo me lo mandó. Caí en la cuenta que lo tenía archivado por algún lugar. Lo comparto desde mi preocupación del tema bien manifiesta en mis "repasos". Fanatismo lo hay en todos los aspectos de la vida: religión, ideología, política, deporte... lo ha habido en la historia de la cual nunca aprendemos y os hay en todos los países...
Lógicamente y como en todo escrito, hay matices... omisiones... puntos de vista... no creo que el psiquiatra haya pretendido abarcarlo todo. Pero considero interesante la línea de fondo. Es lo que me importa. Ojalá os sirva para reflexionar como me ha servido a mí.
Dr. Emanuel Tanay |
El autor de este mensaje es el Dr.Emanuel Tanay,
nacido en 1928, judío sobreviviente del Holocausto, y conocido y muy respetado
psiquiatra forense radicado en los EUA.
Un hombre,
cuya familia pertenecía a la aristocracia alemana antes de la Segunda Guerra
Mundial, fue propietario de una serie de grandes industrias y haciendas.
Cuando se le preguntó ¿cuántos de los alemanes eran realmente nazis?, la
respuesta que dio puede guiar nuestra actitud hacia el fanatismo
"Muy
pocas personas eran nazis en verdad" dijo, "pero muchos disfrutaban
de la devolución del orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados
para preocuparse. Yo era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un
montón de tontos.
Así la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, los nazis eran dueños de nosotros, se había perdido el control y el fin del mundo había llegado. Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los Aliados destruyeron mis fábricas...
Se nos dice
que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. El hecho
es que los fanáticos dominan el Islam, tanto en este momento como en la
historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos
los que producen guerras. Se trata de los fanáticos los que sistemáticamente
masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente
de todo el continente en una ola islámica.
Estos fanáticos son los que ponen
bombas, decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras
mezquita.
Se trata de
los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las
víctimas de violación y los homosexuales.
Se trata de
los fanáticos los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en
terroristas suicidas.
El hecho
cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la "mayoría
silenciosa" es intimidada e imperceptible.
La Rusia
comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían vivir en paz. Sin
embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de
50 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante
La enorme
población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron
matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.
El individuo
japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista
sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur
de Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático,
a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y
bayoneta.
Y, ¿quién
puede olvidar Ruanda, que se derrumbó en una carnicería?... ¿Podría no ser
dicho que la mayoría de los ruandeses eran amantes de la paz?
Las lecciones de la historia son con frecuencia
increíblemente simples y contundentes. Sin embargo, a pesar de todos nuestros
poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los
puntos:
Los musulmanes amantes de la paz se han hecho
irrelevantes por su silencio. Los musulmanes amantes de la paz se
convertirán en nuestro enemigo si no se pronuncian, porque al igual que mi
amigo de Alemania, se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los
poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado.
Los alemanes,
amantes de la paz, japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios, afganos,
iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han
muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue
demasiado tarde.
En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los
eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los
fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.
Por último,
cualquiera que duda de que la cuestión es grave y elimina este mensaje sin
reenviarlo, está contribuyendo a la pasividad que permite a los problemas
expandirse".
En fin... seguramente tú podrías añadir más cosas y tus matices. Su experiencia es la que he compartido.
Abrazos sostenidos y felicidad para quienes no viven fanatismo alguno.
Puerto Príncipe
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