“Desde lo
hondo a ti grito, Señor… cantamos en el salmo.
Hoy no hay
más cantos que los del recuerdo. Millones de muertos, desaparecidos y
damnificados que se tragó la tierra como un maldito suspiro. Sí, se cumplen 5
años del terremoto de Haití, recuerdo terrible que no contribuyó sino en
ahondar más en la miseria a este precioso país que, desde siglos, no conoce
prosperidad.
Acertadamente
el Papa Francisco ha hecho una llamada al mundo entero, creyente o no, para no
olvidar. Sin duda todos los países, de una u otra manera, se solidarizarán con
Haití. De hecho esa desgracia y, por desgracia y valga la redundancia, provocó
un movimiento global de “intento” solidario, miles de personas voluntarias se
desplazaron aquí. La mayoría de estados colaboraron con envío de materiales y
dinero.
Miles de Asociaciones, entre ellas nuestras ONGs, se volcaron…
¿Globalización solidaria? Pues no. Hemos globalizado muchas cosas pero no la
solidaridad, ni la justicia, ni la libertad, ni otros muchos valores que construyen
o reconstruyen verdaderamente al ser humano.
La
desgracia, sí está globalizada ante la ciega mirada de los humanos que sólo se
conmueven puntualmente y pronto se prestan a olvidar, o calmamos la conciencia
con unas “migas” de pan.
Sigue habiendo
demasiados pueblos que sufren, demasiadas personas víctimas de un mundo
estructuralmente injusto. Demasiados pueblos en los que el hambre, tanto de pan
como de saber como de dignidad, contrasta con la abundancia y el desperdicio.
Demasiados pueblos dominados por personas, familias, clanes… bajo el miedo y la
opresión que callan ante una cartilla de racionamiento que no cubre ni las más
necesidades básicas. Demasiados pueblos en manos de fanáticos… Demasiadas personas que tiene que emigrar, huir, refugiarse en... ¡Terremotos
diarios! ¡Seísmos cotidianos! Y la vida sigue…
Hoy, sin
olvidar un segundo al pueblo haitiano, el joven Bob es uno de las muchas
víctimas de este terremoto, ni dejar que pasen desapercibidas las personas
comprometidas en su reconstrucción… hoy deseo levantar este blog a favor de
todos quienes sufren las consecuencias de cualquier tipo de catástrofe y que
generan tanto sufrimiento en hermanos nuestros humanos, de carne y hueso, con
nombres y apellidos, con historias y esperanzas frustradas…
Haití hoy
está de luto. Día de la Memoria, del recuerdo… no hay clase ni actividad
laboral ¡que menos! El mundo sigue estando profundamente de luto por no haber
sabido aún globalizar la solidaridad. No será porque no se invierta dinero, ni
se convoquen reuniones… pero nos seguimos muriendo de hambre y de sed, siguen despareciendo
aviones, siguen habiendo guerras y terrorismo, siguen… ¡los terremotos! Ante
nuestra mirada ya acostumbrada a ver sin ver.
Y como dice el canto francés,
Peuple de frères, peuple de partage: “La tendresse fleurira sur nos frontières,
l’esp’erance habite la terre: La terre où germera le salut de Dieu!” Ojalá así
sea.
Abrazos
sostenidos y que descansen en paz, que seguro que así es.
Isla de La
Tortuga
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