"Los miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no sólo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas, sino por los clamorosos silencios de las buenas. Siempre es el momento propicio para hacer lo correcto" El Umbral de la eternidad pág. 403, atribuido a Luther King.
Como dije hace unos días, "conquistamos cometas" pero somos incapaces de controlar lo más pernicioso de nuestra humanidad. Necesitamos recordarnos, por medio de Días Internacionales, los aspectos más débiles que atentan a la dignidad humana.
En el Día Internacional contra la Violencia contra la Mujer, levanto mi voz en favor de toda persona, hoy especialmente mujer, que sufra en carne viva todo tipo de violencia. Nadie es dueño sobre nadie. Nunca hay razón que justifique una agresión sea del tipo que sea. No hay seres "superiores sobre otros" por muy "machos" que se consideren.
Y nuestros silencios....claman al cielo. Y nuestra indiferencia... Y falta de sensibilidad... Y de compromiso... Se convierten un "debe" injustificable. No hay excusas en no defender, en no denunciar, en comprender, en no ayudar.... No se trata de sentir lástima sino de ser pro activos con el tema, en saber educar en el respeto, en la valoración de la persona en sí misma.
Y, sí, siempre es el momento propicio para hacer lo correcto.
A ti, Mujer,
A ti que sufres en silencio,
A ti que en carne viva,
Vives el desconcierto, la falta de apoyo, la incomprensión, la falta de respeto.
A ti que ves tu dignidad pisoteada,
A ti que sin fuerzas no sabes ya que hacer
A ti, Mujer,
Que sobrellevas incomprensiblemente
Tantas marcas por dentro y por fuera,
A ti que te sientes superada por el miedo,
A ti que te sientes ninguneada...
Sé valiente... ¡Denuncia! ¡No calles! ¡No lo permitas!
Nunca, ni una primera vez... ¡Nunca!
Quiero mirarte con mis ojos humanos,
Secar tus lágrimas,
Abrazarte con mis manos,
Escucharte con mis oídos.
Luchar junto a ti. ¿Luchamos?
De nada sirve la lástima. Ni cura ni avanza. Hemos de ser capaces de ponernos en la piel de ellas. No bastan leyes y cárceles por muy necesarias que aún sean, hemos de ser capaces de compartir su pasión.
Se lo que digo. Lo he vivido de cerca. Lo vivo aún.
Hoy elevo mi oración a María, mujer fuerte, mujer arrinconada, incomprendida...
María de la Mujer maltratada,
De las que parecen "ser menos", no contar...
¡Qué bien las comprendes!
¡Cómo se prolonga tu dolor en la historia!
tú que fuiste madre soltera postergada,
Madre de un ajusticiado,
Inmigrante en Egipto,
Campesina y mujer de aldea,
Marginada con tu hijo marginado,
Jesús el crucificado.
¡Qué bien comprendes, María,
A la mujer rechazada, olvidad, maltratada!
Contágianos tu compasión
Para seamos capaces de acogerlas,
De ser más que buenos samaritanos.
un beso, hoy solo a ti mujer que sufres la incomprensión, el rechazo, el maltrato de manos de inhumanos.
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