Confieso, con corazón agradecido, que esto me sobrepasa un poco.
Ciertamente inicié este blog sencillamente para compartir mi experiencia en Haití, experiencia de vida, experiencia personal... para quienes desearán caminar conmigo en la distancia. La mayoría amigos y amigas de mi entino de La Salle y fuera de él. Incluso también desconocidos, personas anónimas que, por curiosidad, inquietud o contagio... Desearán saber y seguirme.
Reconozco que no es fácil ni mantenerlos en vilo constante ni ser diariamente creativo ni expresar muchos sentimientos que necesitan mucho más que un simple blog.
Las motivaciones por las que cada uno de vosotros, de vosotras... Entráis y curioseáis o entráis y leéis, cada uno sabrá. Lo cierto es que me sirve para sentirme más cerca de vosotros y, si en la medida que sea así, os ayuda en algo la lectura... Bienvenido sea.
Lo cierto es que hoy es mi escrito número 50!!! Bodas de Oro.
El tiempo pasa... Vuela!
En estas semanas ha habido de todo pero todo positivo. Albergo en mí. Un sentimiento de felicidad plena. No niego que pienso mucho en vosotros, claro que sí, y en tantas personas y situaciones... Dejaría de ser yo si así no fuera. Tampoco niego que la vida aquí, a pesar de las fotos paradisíacas de ayer, es dura por las condiciones nuestras de vida y, sobre todo, las necesidades de la gente a las que uno no puede llegar. Los medios materiales y el bienestar personal se sobrelleva sin más problema, pero experimentar mis limitaciones para con las personas lo llevo más mal. Es verdad que la comunidad es un tesoro y juntos llegamos a bastante pero no a todo. Eso es dramático cuando hablamos del pan diario. Es verdad ni somos salvadores ni podemos pretenderlo, pero no evita un sentimiento de angustia en más de una ocasión.
A lo largo de estas 50 ex
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