jueves, 13 de noviembre de 2014

¡ESPERANZA!

Ha sido hoy un gran día. Por muchos motivos, pero un gran día.

Primero, por haber podido conectar a internet con cierta calidad. No por lo tecnológico sino porque me ha permitido hablar con el H.Pepe Tomás y Tomeu Martorell que me han puesto al día de la marcha del Sector. Con la alegría de saber que los Hermanos enfermos van progresando adecuadamente,especialmente Guillermo Seguí y Toni Cubells, así como el éxito en las operaciones de los HH. Pascual Gregorio y Jesús Díaz. Me alegro mucho por ello.

Segundo, a las 4 de la mañana, salíamos hacia la única escuela nuestra que no conocía. La Escuela de Lavalé. 480 alumnos y 18 profesores. La única manera de llegar es por mar. No hay accesos por tierra si no es andando y... ¡Como que no! 

Los cinco miembros del Equipo diocesano, el H. Carlos y un servidor, hemos embarcado (fotos solo del regreso) en plena oscuridad, en nuestro"yate" particular para hacer una travesía de 2 horas hasta llegar a destino. Excelente mar tanto para ir como para regresar como podréis comprobar en las fotos.

Me han impresionado muchas cosas. Comparto alguna de ellas:

El espíritu de lucha y sacrificio de los habitantes del pueblo pues, a pesar de su aislamiento, buscan por todos los medios la manera subsistir porque valoran sus raíces, su pueblo, su cultura... Por encima de su bienestar. He hablado con el jefe del poblado y sólo sus ojos hablaban por sí mismos. "Siempre tenemos la esperanza de que nuestro pueblo y nuestra isla progrese y podamos desarrollar soy vivir con mayor bienestar y seguridad". ¡Esperanza!

La escuela, nuestra escuela. Un edificio del país bien conservado gracias a los esfuerzos del H. Carlos y los ingresos de la "imprenta" pero también a los cuidados del Director y todo el equipo docente. Miman el colegio y luchan por superar las estrecheces económicas ya que el sistema no da para más. Sin embargo, ni absentismo escolar, ni huelgas, ni quejas... El profesor más veterano me dice: ¡siempre adelante, Hermano!. !Esperanza!

Los niños y niñas. Nada más llegar, estaban a punto de entrar a las clases, pero al vernos, todos han venido corriendo y ¡cantando!. Un canto de bienvenida a todos. Sonrientes, sin para de gritar y de tocarnos, especialmente a mí "le Blanc" jeje. A la orden del Director, todos en fila y a las clases. ¡Esperanza!

El equipo docente, los 18 maestros, con hambre por aprender, dejándose aconsejar y mostrando una enorme gratitud por pensar en ellos, preocuparnos de ellos... y apoyarlos en su misión educativa. ¡Esperanza

El equipo diocesano que, sin apenas medios y de forma altruista, están comprometidos con la educación humana y cristiana, en la formación de los educadores... Siempre sonriendo, sin exigir nada, y encima, con máximo agradecimiento. ¡Esperanza!

Al regresar, mientras contemplaba nuestra preciosa "ÍTaca-Tortuga", me decía, qué injusto es nuestro mundo. Qué mal distribuido está todo. Y, sin embargo, cuánto valor hay en tantas personas como las que he conocido hoy. Nuestro mundo no está formado sólo por corruptos, egoístas,interesados, gente sin escrúpulos... Hemos de ver, mirar, descubrir... a tantas personas cuya generosidad no tiene límites, cuya capacidad de lucha y entrega a los demás es infinita... Y mientras haya personas así ¡Hay esperanza! Y tanto que la hay.

Mi blog de hoy quiere ser un canto a la esperanza, una acción de gracias por todo lo bueno que hay en la humanidad, por las personas que no se dejan contagiar de lo negativo, de lo malo, de lo impresentable... Que no se limitan a la queja, sino que se comprometen vitalmente. Un canto a quienes, por encima de su bienestar, se preocupan de llevar un mensaje Precisamente de ánimo, de optimismo... de ¡Esperanza!

Nada más regresar, comer y un poco de siesta, hemos coincido el H. Carlos y yo en nuestra terraza (que ya empieza a ser conocida por vosotros por su maravillosa vista) y mirando el mar... Nos hemos dicho, hay que seguir apostando por esta gente.  Que, desde La Salle, sigan siendo nuestros preferidos. Ahí queremos estar.

Le comentado algunas frases que me han impactado del libro del H. Michel Sauvage. Un Hermano francés fallecido hace poco y que ha sido una de las personas que más han aportado al Instituto. Ėl afirma:

" Es en la vida donde, sobre todo, hay que observar los signos de esperanza"

" Mi convicción, mi esperanza, es que sobre las viejas ramas nazcan nuevos retoños"

" Los signos de esperanza son como brotes pequeñitos que hay que saber observar"

¿A qué no tienen desperdicio?
Mirar la vida, lo bueno que hay en ella.
Empeñados siempre a que nazca lo nuevo y favorecerlo.
Y, por pequeños que puedan parecer los detalles, ayudan a cambiar el mundo. Me ha venido a la mente bastantes comentarios vuestros diciendo... Sólo he oídos aportar un poquito al proyecto "Directo a Tortuga" y mi respuesta: lo importante es tu actitud no la cantidad. Y es verdad.

Amigos, hermanos... no permitamos que el conformismo ocupe nuestro corazón. No seas de los derrotistas que piensan que nada se puede hacer. No te excuses en el "todos son iguales" ni en "qué puedo hacer yo"... desde nuestra pequeñez, nuestra sencillez... Aprendamos a observar los brotes pequeños y démosle posibilidad a crecer; permitamos el nacimiento de nuevos retoños; Hagamos un esfuerzo por mirar con ojos nuevos los signos de esperanza que hay en la vida.

Y hablando retoños, pongo foto... Mirad a nuestros Hermanos de Estados Unidos más jóvenes. Cuelgo la foto porque en estos tiempos son dignos de admiración jeje.

Y, por si no había suficiente, el Himno de la oración de esta tarde (estoy de semana) y que hemos cantado dice así:

Ouvre mes yeux, Seigneur,
Aux merveilles de ton amour.
Je suis l'aveeugle sur le chelín;
Guéris-moi, je veux te voir.

Ouvre mes mains, Seigneur,
Quí se ferment por tout garder.
Le pauvre a familia de ant ma mai son;
Apprends-moi à partager.

...

Fais que j'entende, Seigneur,
Tous mes frères quí Curient vers toi,
A leur souffrance et à leurs appels,
Que mon coeur ne soit pas sourd!...
Y termino con un regalo que me ha mandó el H. Patxi del Sector de Bilbao. Es un poema. ¿Qué iba a ser sino viniendo de Patxi? Un trozo de un precioso poema. Por cierto, Patxi, claro que rezamos por tu pronta recuperación que eres un luchador nato ¡hombre de la montaña!


Me dice:

Te mando como regalo este trozo de poema de Duce María Loinaz:

"Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra..." 

De momento nada más. O nada menos

Ya sabéis, abrazados sostenidos y mucha felicidad. 


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