El hecho de que un profesor acose a unas alumnas o alumnos es, de por sí, reprobable e implica la necesaria intervención de quienes tienen la obligación moral y educativa de salvaguardar la integridad de los menores. Los adultos somos nosotros, los educadores y, por tanto, responsables de nuestros propios actos. No será por falta de "insitencia" institucional, ni de formación, ni de intervención adecuada.
Conociendo a la persona, los años que lleva entre nosotros, la situación personal por la que atraviesa... hace que aún me duela más. Sin justificación ninguna, como he dicho antes. Sé que llevaba una temporada con una situación psíquica que requería un adecuado tratamiento. Sé que estaba de baja médica y que se había reincorporado recientemente. Yo mismo hablé con él y convenimos una baja temporal voluntaria, no por estos temas que ignoraba absolutamente, sino porque él mismo me comentó que necesitaba hacer un "parón", que estaba agotado mentalmente... y le dimos todo tipo de facilidades, como no podría ser de otra manera. Sin embargo, ni ha sabido aprovechar esa oportunidad, ni los médicos que le tratan han sabido o podido "dar con la solución". La miopía del que no quiere ver, la ceguera de quien anda por la vida vacío del todo... Una pena.
Mayor pena la de las alumnas que han sufrido en carne viva la situación de un profesor en condiciones no adecuadas para cumplir con su misión educativa. Para ellas nuestras disculpas, nuestro respeto y nuestra ayuda absoluta como sé que así debe ser ya.
Quiero dedicar estas líneas en nuestro blog, para dedicar una palabra de agradecimiento sentido, profundo... y compartir el dolor, la extrañeza, la incertidumbre de estos momentos... a Jero, Directora del Colegio que, como tal, seguro que lo está sobrellevando con tristeza sostenida. Ella misma, me consta, fue agredida por el mimos profesor cuando este fue llamado a su despacho para hablar del tema, una vez que las alumnas hubieron hablado con ella. La única respuesta del profesor fue la agresión a la Directora y... desaparecer. A eso le añadimos una actitud prepotente e incluso burlona hacia ella. Experiencias que a lo largo de estos años como Provincial he tenido que vivir anteriormente y que no deseo para nadie. Para nadie. Y menos para quien, en el ejercicio de su responsabilidad, tiene que hacer uso de su autoridad para reconducir las situaciones generadas por otros. Jero, mujer valiente, GRACIAS. Por saber hacer, saber estar... a pesar de las incomprensiones, de las amenazas y agresiones, a pesar de los sinsabores, a pesar de... ¡tantas cosas! que tú y yo bien sabemos. Gracias por tu compromiso en La Salle, por La Salle y con La Salle.
Al claustro, decirle que es el momento de estar más unidos que nunca. Desde mi lejanía me siento cercano y comparto estos momentos nada fáciles con vosotros y vosotras. No somos culpables, al menos eso pienso yo pero si tenemos la responsabilidad de situar este problema de tal manera que nuestros alumnos y alumnas puedan proseguir su desarrollo educativo con la mayor normalidad posible y con más entrega, si cabe. Os pido vuestro más absoluto apoyo para nuestra Directora, sin reservas.
Para el profesor, incuestionablemente ahora está en manos de la justicia con la actuación que su responsabilidad implique y en manos de los médicos su tratamiento adecuado si es que él está dispuesto a seguir en manos de los especialistas. Nosotros ni somos jueces ni médicos. Sí tengo claro que su futuro ya no está en nuestras manos ni siquiera en el mundo educativo.
En fin, prosigo mi día. Estos día sen México DF. Lo hago muy afectado, triste... pero sabiendo encajar el golpe para nada previsto ni en mi pensamiento ni en mi corazón. Hemos de seguir caminando y apostando por nuestra misión y por nuestro alumnado. Por todos sin exclusión pero con una mirada especial hacia los más vulnerables del lugar.
Abrazos sostenidos para cada uno y cada una de vosotros y vosotras.
México DF
Gràcies pel teu escrit, molt motivador i, com sempre, donant forces. Estic segur que tots junts farem que la nostra obra educativa surti envant i donarem molt de suport a la nostra directora!
ResponderEliminarGràcies a tot el claustre. Especialmente a la Directora.
ResponderEliminarComentaris com aquest demostren que, realment, a La Salle ningú es coneix ni un pèl... I després ens voleu fer creure als alumnes que 'som harmonia de colors' i no sé quantes tonteries més quan després vosaltres sou els primers que vos pegau ganivetades... Digui'm, senyor Matas, com pot ser que algú tan horrible com aquest professor tingui el suport INCONDICIONAL de la majoria dels seus alumnes i ex-alumnes? No és un monstre? Doncs que jo sàpiga, els monstres mai tenen el suport de tanta gent... De tanta gent BONA que només vol que deixin de destrossar-li la vida a un senyor que, precisament, tanta vida els hi aportat.
ResponderEliminarSr. Matas:
ResponderEliminarLa miopía de la frase de Faulkner es la misma que veo yo en la directora del centro y en usted mismo. ¿No hay más ciego que el que no quiere ver? Pues abra los ojos y investigue un poco, que su "mujer valiente" tiene algunas carencias que usted no ha detectado aún...