Todos los cumpleaños se
suelen vivir con interés. Sin duda el del H. Carlos, nuestro “embajador”
argentino, ha superado todas las expectativas. Con la casa bien adornada, según
la costumbre de aquí, ya desde ayer Carlos se ha encargado de que viviéramos
sus 43 añitos con anticipación.
Las mujeres de AFATT le
cumplimentaron con un riquísimo pastel regado con una botella de licor del país y un tarro con otros dulces. ¡Bien se lo merece por sus
desvelos!
A las 17 h con la
puntualidad de esta tierra fueron llegando los invitados para tan magna
celebración. Vi a Carlos nervioso, emocionado… con su simpatía y su sentido de
acogida, como buen Coya, iba saludando y presentando a los mismos. Falta el H.
Bouzi que se encuentra en la República Dominicana participando en la Asamblea
MEL del Distrito de “Antillas – México Sur”.
Hace pocos días celebró el suyo.
Todo parece indicar,
sin que sirva de ofensa, que será el cumple del año. Coincidiendo que no hay
clase por el carnaval, no ha fallado ninguno de sus invitados. No me extrañaría
que a estas horas ya estuvieran radiándolo por nuestra radio local. Y, de
seguro, será página destaca del periódico de La Tortuga. ¡Cuando salga!
El momento más emotivo:
la llamada de su madre desde Argentina. Dos años sin gozar de su presencia…
pero quedan días para que pueda compartir con ella y su familia unas
merecidísimas vacaciones.
Los invitados:
El gran Bob que es de la casa y su padre Adrien. Los profesores Cirenord, Jean
Claude y Jean Belosier, Sor Rema y Geny de la comunidad del hospital y el
alumno Stevenson. Por tanto una representación más que digna de la vida
tortuguesa. Y, por supuesto f. Anndy y un servidor.
Buenísimo ambiente,
jolgorio, bromas, cantos… y lo importante, un “menú digno de un rey”: ensaladas
variadas, muslos de pollo y langosta recién pescada en la isla. Carlos es
nuestro rey de la Imprenta La Salle.
Hay que evitar ponerse
“sualísimos” pues ya ha procurado él, suficiente cerveza, ron y whisky como
para terminar piriripis del todo. Que conste, y por si acaso, que yo ya he ido
a cantarle “esas son las mañanitas…” junto a su ventana mientras él se duchaba
y con el hijo en común, Boby el pequeño perro que ya deja de ser tan pequeño.
No se podrá quejar el
homenajeado porque ha sido un cumple dignísimo. He reído, hemos reído y
disfrutado de esta tarde/noche. Bien viene una fiesta de vez en cuando ¿O no?
¡Pues claro que sí!
Abrazos
sostenidos y feliz aniversario “Frè Carlos”.
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